La declaración de Ushuaia

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Nota publicada el 28/0/2012 en el semanario Democracia. Por Gabriel Calisto.

Senadores y diputados de todas las fuerzas políticas, representantes de todos los rincones del país, se unieron en una declaración histórica. La postura argentina reitera la voluntad pacifista, democrática y latinoamericana. Qué dice el documento que acordaron todos los legisladores. Ecos de una jornada emotiva.

Por una vez, los políticos oyeron el mandato del pueblo. Trabajaron, dejaron egos de lado, evitaron hacer uso partidario de una causa nacional.
Todos cumplieron su deber, representar a sus electores. Reunidos en la capital de Tierra del Fuego, la provincia argentina que debe regir los destinos de nuestras Islas Malvinas, mantuvieron una sesión conjunta bicameral de senadores y diputados integrantes de las respectivas comisiones de Relaciones Exteriores.
El encuentro, de más de dos horas, estuvo coordinado por el diputado Guillermo Marcone y el senador Daniel Filmus, los presidentes de la comisión en cada una de las cámaras, y contó con la participación de la gobernadora Fabiana Ríos como anfitriona y protagonista de la jornada.
Estuvieron también ex combatientes, expertos juristas y representantes de los distritos de la provincia fueguina.
Por problemas en los vuelos, no todos los legisladores presentes pudieron hacer uso de la palabra.
En sus voces se notó más de una vez que la emoción los invadía. La prioridad en el orden de la oratoria fue para los representantes de Tierra del Fuego, quienes relataron sus vivencias durante la guerra, sentida especialmente por la cercanía que tienen con el territorio ocupado por los kelpers. Previo a la asamblea, todos visitaron el monumento de homenaje a los caídos en la guerra, ubicado en la zona más austral de la capital provincial.
A lo largo de los discursos se hizo hincapié en sostener y profundizar la política de Estado que impulsa el actual gobierno: la alianza regional para presionar en las negociaciones, la denuncia continua en los foros internacionales y el reclamo a Inglaterra de que acate los pedidos de Naciones Unidas para sentarse a negociar la soberanía de las Malvinas.
Todo quedó expuesto en el documento consensuado por todas las fuerzas en una declaración que, además, condena la militarización en una zona de paz por parte de Gran Bretaña así como la explotación de recursos naturales como la pesca y los hidrocarburos.
Por pedido de los propios legisladores, el texto, que sería aprobado en un plenario del Congreso tras la apertura de las sesiones legislativas, será conocido como “Declaración de Ushuaia” y será punta de lanza en todas las presentaciones que realice el país. El sentimiento Malvinas logró lo que no pudo ninguna otra propuesta, unir a todas las fuerzas políticas para que Argentina tenga, por fin, una política de Estado de la que todos se sienten protagonistas.
Como dijo la gobernadora de las islas, “es la respuesta institucional a la escalada armamentística británica.
Ellos tienen armas, colonias, imperios.
Nosotros, derecho”. Es algo que la sociedad esperaba y necesitaba.
Es un paso adelante en la política nacional. Tras el respaldo de Latinoamérica, Africa, China y otros países y regiones, Argentina demostró desde su Parlamento unidad, seriedad y firmeza.
Desde el kirchnerismo evitaron en todo momento hacer utilización política del encuentro. El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Daniel Filmus, dijo a “DEMOCRACIA” que el respaldo a la actual forma de manejarse no debe ser leído como la capitalización del oficialismo, sino como “la decisión de todo el pueblo, de la sociedad, hacia los gobiernos democráticos.
Lo expuesto hoy no vale solamente para la gestión de nuestra Presidenta, por eso decimos que se trata del acuerdo de una política de Estado”.
Ricardo Alfonsín recordó que su partido y su padre, el primer presidente del regreso a la democracia, se opusieron desde siempre a la guerra.
Celebró que hoy se avance con la certeza de un reclamo basado en la razón y en la paz, y consideró que “el camino es tan importante como el objetivo, y este es el camino correcto”.
Respecto de las sensaciones a lo largo del día, el kirchnerista sostuvo que “todo se dio para que el día de hoy –por el sábado– quede en la historia. Se respaldó lo dictado por la ONU, los reclamos históricos del país, el pedido de no explotar nuestros recursos, el deseo de conservar nuestra región como la única del mundo reconocida por no tener conflictividades latentes. Particularmente no fui convocado para combatir, pero muchos amigos míos participaron de los combates. Hoy los recordé a todos en la presencia de los ex combatientes. Conversando con compañeros de la oposición coincidíamos en ese sentimiento, en la reparación de una deuda”.
Un hecho anecdótico sirve como símbolo de las inesperadas coincidencias legislativas. El presidente del bloque de diputados del PRO, Federico Pinedo, citó en su alocución al histórico dirigente socialista Alfredo Palacios para utilizar una de sus frases sobre la soberanía y la defensa del territorio nacional.
Las mismas palabras las hizo propias el presidente del Partido Socialista y hombre del Frente Amplio Progresista, Rubén Giustiniani.
Otro de los oradores de la jornada, el porteño Samuel Cabanchik, ex integrante de la Coalición Cívica, destacó a “Democracia” que “el clima fue tanto emotivo como sereno, lo que no es fácil de lograr. Muchas veces las emociones son la puerta para una declaración fuera de lugar, pero esta vez había un enorme sentido de responsabilidad que prevaleció”.
A pesar de no ser más integrante de la fuerza, el senador quiso dejar en claro que la postura del ex diputado Fernando Iglesias –firmante junto a una serie de intelectuales y periodistas opositores de un documento que pedía “respetar el derecho y la voluntad de los kelpers”– no representa el pensamiento del espacio: “Estamos en extremos absolutamente opuestos. Creo que esas declaraciones fueron desafortunadas, erróneas, y que no debemos darles más lugar ni repercusión que la que merecen”. Por último, dejó una idea con dolor: “Por algo el partido se partió en tantos pedazos”.
Tras la sesión, los legisladores volvieron en el mismo avión hasta la Capital Federal. En la semana la Presidenta abrirá las sesiones oficiales del Congreso. Las novedades por Malvinas continuarán, y la declaración de Ushuaia se transformará en un documento y un hecho histórico y ejemplar, en el que la política dejó lugar al deseo unánime del pueblo. Con un poco de esfuerzo, los diputados y senadores comprenderán que esa es su tarea en todos los asuntos por igual, y que los consensos requieren de empeño, ausencia de egos y chicanas propias de la política. Malvinas logró que, al menos esta vez, los electores puedan sentirse orgullosos de sus representantes.

El documento El Senado y la Cámara de Diputados de la Nación declaran, 1. La legítima e imprescriptible soberanía de la República Argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, tal como lo establece la Disposición Transitoria Primera de la Constitución Nacional (…).
2. Su total convicción acerca de la situación colonial de las Islas Malvinas, (…) que afecta la integridad territorial de la República Argentina y de que la disputa entre los gobiernos (…) debe resolverse pacíficamente, de acuerdo con lo dispuesto por la Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante las Resoluciones 2065 (XX), 3160 (XXVIII), 31/49, 37/9, 38/12, 39/6, 40/ 21, 41/40, 42/19 y 43/25, que instan a ambos gobiernos a proseguir las negociaciones, en el marco de la Carta de las Naciones Unidas y del Derecho Internacional, conforme a las recomendaciones del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas, y a abstenerse de adoptar decisiones que impliquen la introducción de modificaciones unilaterales en la situación mientras continúe el proceso de negociación.
3. Su reafirmación de la vocación por el diálogo y la paz de la República Argentina respecto de las Islas Malvinas (…) y los espacios marítimos circundantes en un esfuerzo sostenido para recuperar el ejercicio de la soberanía sobre esos territorios, respetando el modo de vida de sus habitantes y conforme al derecho internacional (…) 4. Su advertencia ante la comunidad internacional y las Naciones Unidas de la militarización e introducción de armas nucleares en el Atlántico Sur, por parte del Reino Unido, en violación de la Zona de Paz y el rechazo a la realización de prácticas contrarias a la necesidad de mantener la región libre de medidas de militarización (…).
5. Su rechazo a la persistente actitud colonialista y militarista del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte en el Atlántico Sur (…).
6. Su condena a las acciones unilaterales ilegítimas de Reino Unido (…) en materia pesquera e hidrocarburífera que violan las resoluciones de las Naciones Unidas y de la Organización de Estados Americanos, y su denuncia del potencial peligro de un desastre medioambiental en el Atlántico Sur como consecuencia de actividades ilegales del Reino Unido en la zona (…).
7. Su respaldo a la presentación de la República Argentina ante la Comisión de Límites de la Plataforma Continental (CLPC), el organismo creado por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. (…) El apoyo a los propósitos del Tratado Antártico, como su sistema jurídico, para asegurar una pacífica convivencia internacional en la zona, profundizando el compromiso de protección del medio ambiente, la conservación de sus ecosistemas, y el uso racional de los recursos vivos marinos antárticos (…).
8. Su voluntad de instar a la Unión Europea a revisar lo dispuesto en el Tratado de la Unión Europea (TUE Maastricht, 1992), Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE, Lisboa, 2007), en relación a la estrategia de asociación PTU-CE en 2013 (Países y Territorios de Ultramar) –cuando expira la actual Decisión de Asociación– y que la Comisión Europea ya está elaborando, para que la U.E. reconozca la situación particular de estos territorios conforme resulta, no solo de las afirmaciones argentinas, sino de las resoluciones de las Naciones Unidas. En este sentido, agradece a los países Europeos que constantemente apoyan las citadas resoluciones.
9. Su profundo agradecimiento a los gobiernos y pueblos hermanos de Chile, Uruguay y Brasil, por sus recientes manifestaciones reiterando el compromiso asumido de impedir el ingreso a sus puertos de barcos identificados con la bandera ilegal de las Islas Malvinas, apoyando así una vez más la posición argentina respecto de su soberanía sobre las Islas Malvinas (…). También el apoyo del Mercosur y Estados Asociados, la OEA, la Unasur, la Celac y el ALBA, así como grupos birregionales o regionales como la Cumbre Iberoamericana, la Cumbre América del Sur-Africa (ASA), la Cumbre de Países Sudamericanos y Países Arabes (AFA) y el Grupo de los 77 más China. Al mismo tiempo, manifiesta su respaldo a las gestiones que vienen desarrollando los gobiernos argentinos de la democracia en todos los foros internacionales con el objetivo de que el conjunto de la comunidad internacional se manifieste a favor del cumplimiento de la Resolución 2065 de Naciones Unidas.
10. Su decisión de instar al Reino Unido (…) a cumplir las resoluciones adoptadas por la Asamblea General de la ONU, y refrendadas por su Comité Especial de Descolonización, con el fin de alcanzar una solución pacífica sobre la disputa de soberanía concerniente a la Cuestión Malvinas. Asimismo, manifiesta su voluntad de hacer llegar esta Declaración a todos los Parlamentos, en particular a los de la región y a todos los foros y organismos internacionales correspondientes, a efectos de promover su apoyo a la reanudación de la negociación entre ambos países para alcanzar una solución pacífica y definitiva a la disputa de soberanía sobre Islas Malvinas (…).

Prohíben el ingreso de un crucero de lujo Por pedido de la gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, y de ex combatientes, la Dirección Portuaria provincial cumplió con la ley provincial 852, llamada Gaucho Rivero, que impide expresamente en su artículo 2 la “permanencia, amarre o abastecimiento u operaciones de logística en territorio provincial de buques de bandera británica o de conveniencia”, y negó el ingreso a un crucero turístico inglés que navegaba con la insignia de las Islas Bermudas. El buque, bautizado como “Star Princess”, con capacidad para transportar 2.600 pasajeros, debió regresar hacia el puerto chileno de Punta Arenas para seguir desde allí el resto de su viaje. Desde el sector turístico de la provincia pidieron que el asunto se trate con “cuidado, porque la normativa está diseñada para evitar el ingreso de naves relacionadas con la explotación de recursos naturales, y no con actividades turísticas”.

Andrés Larroque, Rubén Giustiniani, el vicegobernador Roberto Croccianelli, Daniel Filmus, la gobernadora Fabiana Ríos, Guillermo Marcone, Ricardo Alfonsín y Agustín Rossi, durante la sesión que mantuvieron el sábado 25 en la capital de Tierra del Fuego. Ex combatientes y especialistas apoyaron la medida.

Juntos: Carlos Raimundi, Julio Catalán Magni, Eric Calcagno, María Bianchi, Rubén Sciutto, José Mongelo, José Ciampini, Agustín Rossi, Liliana Fadul, Carlos Kúnkel, Gloria Bidegain, Mara Brawer, Omar Perotti, Jorge Alvarez, Alfredo Olmedo.