Homenaje a Miguel Ángel Estrella por su labor musical y su lucha por los derechos humanos

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El pianista Miguel Ángel Estrella fue distinguido hoy por la Cámara de Diputados de la Nación con la Mención de Honor “Diputado Nacional Dr. Juan Bautista Alberdi” en reconocimiento a su trayectoria artística y a su lucha por los derechos humanos.

La entrega de la distinción, promovida por el presidente de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, Daniel Filmus, se llevó a cabo en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso Nacional y contó de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, y la referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora Taty Almeida, entre otras personalidades.

«Es un lujo homenajear a un enorme compañero como Miguel Ángel Estrella. Gran maestro de maestros, coherente en su conducta y en su forma de pensar», destacó Filmus, minutos antes de hacerle entrega de la distinción al gran músico, quien luego de agradecer el momento especial que estaba viviendo, se lo dedicó a “Atahualpa Yupanqui y al pueblo Calchaquí de Tucumán”.

Estrella nació en la provincia de Tucumán y comenzó a tocar el piano a los 12 años. Por sus convicciones éticas, la actividad artística siempre fue paralela a su labor de músico social; así combina presentaciones de conciertos solidarios con jóvenes de barrios carenciados, comunidades indígenas, trabajadores y campesinos pobres con espectáculos en las mayores salas y teatros del mundo.

Durante la última dictadura militar fue secuestrado en Montevideo en 1977 y torturado durante su cautiverio, que culminó en 1980 gracias a una campaña de Naciones Unidas, el Vaticano, la Cruz Roja Internacional, los organismos de derechos humanos y la movilización de sus colegas músicos en el mundo entero.

En 1982 fundó el movimiento humanitario internacional Música Esperanza, cuya vocación es la de poner la música al servicio de la comunidad humana, de la dignidad de cada persona, defender los derechos artísticos de los músicos y ayudar a los más humildes y a los desamparados a través de la música.

Es embajador de Buena Voluntad de la UNESCO desde 1988 y fue embajador argentino ante ese organismo entre 2003 y 2015.

Ha creado la Orquesta Para la Paz, integrada por cuarenta jóvenes cristianos, musulmanes y judíos, y el programa La Voz de los Sin Voz, que tiene como objetivo promover y preservar las expresiones de música, rituales y danza que integran el patrimonio cultural de América Latina, además de la Tecnicatura de Música Popular, que se dicta en el Espacio para la Memoria (ex ESMA), donde actualmente concurren 500 estudiantes.

Recibió numerosas distinciones internacionales y realiza un centenar de conciertos por año en Medio Oriente, África, Europa y Latinoamérica